sábado, 30 de enero de 2016

El Canal de Suez o ¿África es un rompecabezas? II


Siempre existió algún intento de franquear la delgada pero presente barrera del istmo de Suez entre el Mar Mediterráneo y el Mar Rojo. 163 kilómetros que evitarían la larga y azarosa circunnavegación por el Cabo de Buena Esperanza. Construir un canal navegable a través de las arenas del desierto no es una tarea menor, sin tener en cuenta las implicancias políticas: a lo largo de los siglos, egipcios, romanos y árabes vieron su gran importancia estratégica.

En 1788, mientras se organizaba la African Association en Inglaterra, en Francia se gestaba la Revolución Francesa. El futuro Emperador de Francia, Napoleón Bonaparte, se formaba como tal y en ese camino, en 1798 propuso llevar a cabo una expedición para colonizar Egipto, con el objetivo de proteger los intereses comerciales franceses y cortar la ruta de los ingleses a la India. Lo rodeaban un grupo de visionarios que promovían una sociedad donde reinaría el espíritu de negocios, el interés público, la libertad, la igualdad y la paz. Fernando de Lesseps estaba entre ellos.

Se empezaba a gestar la visión de un Canal de Suez que significaría el dominio de Asia y del Mediterráneo Oriental y que finalmente logró Lesseps en 1859 con el apoyo financiero privado de franceses y egipcios para la ejecución que duró 10 años. Trabajaron 1,5 millón de egipcios, de los que 125.000 murieron.

Alrededor de 1870 existía una efectiva presencia de los ingleses en Egipto, con una penetración hacia el interior siguiendo el curso del Nilo, y de los franceses en Argelia y Túnez. En el África negra los franceses pretendían avanzar desde Senegal y Gabón. Portugal poseía las zonas costeras de Angola y Mozambique. Leopoldo II de Bélgica intentaba crear un Estado centroafricano del Congo, cuyo monarca sería él mismo. Sus aspiraciones chocaban con las de ingleses, franceses y portugueses, todas las cuales empezaban a ver al continente africano con un interés colonizador cada vez mayor.

Para solucionar por vía diplomática estos intereses encontrados en África, se convocó a una Conferencia en Berlín, presidida por Bismarck, Canciller de Alemania. Asistieron representantes de catorce países, ninguno de los cuales era africano. Sentados frente a un mapa de África, esos hombres se repartieron un continente.

El Tratado de 1885 fijó las bases del reparto:

  • La posesión de las zonas costeras supone el derecho a un territorio interior

  • El derecho de posesión se funda en la ocupación efectiva y no en derechos históricos o de otra especie
  • La navegación por los grandes ríos (Níger, Congo) sería internacionalizada
  • Se reconoce el Estado libre del Congo bajo la soberanía personal de Leopoldo II

El mapa de África se remodeló rápidamente.

En dos décadas, Gran Bretaña hizo realidad el proyecto de dominar un eje que cruzara África de Norte a Sur: un ciudadano británico podía ir desde El Cabo a El Cairo por tierras bajo dominio de su país, salvo una franja navegando por ríos o lagos internacionales:

  • Poseía ya centros de trata de esclavos en Sierra Leona y Gambia.
  • Consolidó sus posesiones en Sudáfrica en 1880 y obtuvo el protectorado sobre Egipto en 1882. En 1875 compró 176.000 acciones del Canal de Suez
  • En 1885 se inicia la ocupación de Bechuanalandia; en 1886, Nigeria; en 1887, parte de Somalia; en 1888, Kenia; en 1889, Rhodesia; en 1890, Zanzíbar; en 1896, Uganda y Ashanti; en 1897, Sudán
  • En 1898 llegan a las fuentes del Nilo y después de la guerra de los bóers anexan Transvaal y Orange

Francia fue otro país europeo que consiguió buena parte del territorio africano.

  • Poseía Argelia, que ocupó en toda su extensión y en 1881 anexó Túnez
  • En Senegal desde 1817 y Costa de Marfil estuvo bajo su influencia desde 1850
  • Se añadieron: Madagascar (1896), el Congo Francés, con una colonia desde 1841, y una parte de Somalia, pequeña pero con gran interés comercial y estratégico
  • En los noventa, apoyó al emperador de Etiopía, Menelik II, para garantizar frente a Italia la independencia de su país

Además de Gran Bretaña y Francia, otras potencias europeas se aprestaron a la ocupación del continente africano:

  • Bélgica se apropió del Congo en África Ecuatorial

  • En 1882 se creó la Sociedad Colonial Alemana. Alemania ocupó: Togo, Camerún, África del Sudoeste y África Oriental Alemana
  • Portugal amplió sus bases de Angola y Mozambique
  • El Sahara (1884) y Guinea para España, Eritrea (1883) y Somalia (1889) para Italia
  • El reparto del Norte de África se completó en 1912 con la ocupación de Libia por Italia y el acuerdo de dividir Marruecos entre España y Francia

Solo dos países africanos conservaron el derecho a preservar su independencia: Etiopía y Liberia, esta última bajo la protección de los Estados Unidos de América.

En apenas dos décadas, los europeos dominaron el continente africano fijando fronteras que frecuentemente fragmentaron a pueblos hasta entonces unidos.

Hoy, el Canal de Suez es egipcio. Alrededor del 7% del volumen de carga marítima mundial pasaba por él antes de su última modernización en 2015 y se espera que los ingresos se multipliquen rápidamente.

Referencias







 

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